Al visitar Aveiro descubrimos un paisaje marcado por el agua. Uno de los destinos de Europa con más tradición de surf. Junto al mar y la ría una red de canales por los que pasean los barcos moliceiros atraviesan la ciudad. Esto hace que se le reconozca como “la Venecia portuguesa”, por sus canales y belleza.

Se encuentra repleta de cafés tradicionales ideales para tomar algún dulce típico portugués como los “ovos moles” emblema de la ciudad confeccionado con huevos y azúcar, se venden en barricas de madera o envueltos en una corteza de oblea. Antes del dulce podemos reconfortar el estómago con las delicias que el mar ofrece, como el marisco o el pescado, las anguilas tan típicas de esta región. Y es que Aveiro tiene mucho que ofrecer a todo surfista que quiera acercarse a sus explosivas costas atlánticas.

Y ya cuando nos acercamos a la costa de Aveiro, Costa Nova, encontramos que destaca especialmente por su colorido, que se debe a la hilera de casitas “Palheiros” (casas de veraneo) que se encuentran en el litoral de la playa.